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Cuestionar las decisiones personales puede ser más normal de lo que creemos, el saber cuándo es el momento adecuado para: hacer el viaje soñado, emprender el negocio exitoso que nos da vueltas la cabeza, especializarnos en lo que nos apasiona, emprender una nueva carrera, iniciar una familia, cambiar de coche, cambiar el país donde radicamos, o algo que suena tan simple como definir el menú del fin de semana.

El cuestionamiento continuo es parte de nuestros pensamientos y como seres humanos racionales, nos cuestionamos sobre cada una de nuestras acciones. Muchas veces sin darnos cuenta de que la decisión tomada siempre generará un impacto, dicho impacto generalmente no parecerá afectar a otros, sin embargo, el accionar de cada individuo impacta a la sociedad en su conjunto.

Un país emprendedor

En la búsqueda del origen de la estructura económica de un país como el nuestro, se debate la herencia y el legado incaico, que desde el Ayllu que fue la base y el núcleo de la organización social ligada por los lazos de parentesco que los unía, exigía que cada individuo cumpliera con una actividad específica en beneficio del propio Ayllu, siendo el trueque la única forma de pago. Consecuentemente, muchos indican que nuestra estructura económica se articula en el tiempo, a base de la complementación entre la explotación de recursos naturales, como principal aporte al estado y la necesidad de generación de autosostenibilidad de los individuos, hecho que induce el desarrollo de un sector empresarial / emprendedor.

Según datos de FUNDEMPRESA a diciembre de 2020, la base empresarial por tipo societario responde a un 78.9% de Empresas Unipersonales, 19.7% de Sociedades de Responsabilidad Limitada, 1.1% de Sociedades Anónimas y un 0.3% a Sociedades Constituidas en el Extranjero. Siendo las Empresas Unipersonales registradas más de 266 mil, es importante acotar que vivimos en un país que se estima tiene más de un 70% de informalidad económica, sector que no convive ni compite con las mismas reglas, pero es uno de los más importantes (sino el más) generadores de riqueza y de dinamización interna de la economía, siendo este el modelo económico que busca el actual estado.

El beneficio que dejan los valientes

Es de total conocimiento que ser emprendedor requiere de mucho coraje y sacrificio, que sin entrar en detalle, contempla de manera continua exigencias de mayor apoyo normativo, financiero y logístico hacia el estado, e incluso de mayor empatía con los pares de la sociedad, sin embargo, lo cierto es que este grupo de individuos, excéntricos, visionarios, creativos, apasionados y de gran ingenio, nos otorgan la esperanza de ser parte de un país que no solo vive del extractivismo, generan el anhelo de desarrollo económico a partir de la oferta de servicios y productos que tienen como base de sus propias empresas al ser humano.

Esta decisión si se lleva adelante con sacrificio, esfuerzo y algo de suerte puede otorgar al emprendedor mejores oportunidades económicas, generando de manera simultánea, generación de ingresos a la economía, empleo, educación, sostenibilidad económica y desarrollo del país en su conjunto.

Una vida con propósito

En el accionar de los emprendedores, ya sea que les toque a la cabeza de un pequeño negocio o a cargo de una gran corporación, muchas veces se pasa de largo que sus decisiones conllevan una gran responsabilidad, la misma que no solamente afecta el aspecto económico de sus familias y la de sus dependientes, sino también el bienestar de estos y en consecuencia el respeto y fomento a la valoración del ser humano, aspecto que cada día toma mayor relevancia en la humanidad.

Denotando la importancia del apasionamiento y dedicación que brindemos a nuestra actividad económica, más allá del lugar que nos toque ocupar, debemos preguntarnos siempre, si vivimos para trabajar o trabajamos para vivir, evaluar si damos mayor importancia al trabajo y los resultados económicos que a la salud y la familia. Los resultados solo son el medio que nos permitirá ofrecer una vida mejor a los que nos importan.

Carlos Jáuregui

Subdirector de Programas de FUNDA-PRÓ

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