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Me formé como Diseñadora y Comunicadora Visual hace muchos años y parte de mi conciencia ambiental me lanzó a emprender en una empresa que tenía el reciclaje de banners y gigantografías al centro del modelo de negocio. Entre tratar de aprender a administrar y encontrar un propósito en mi carrera parecía que andaba en dos caminos irreconciables. Emprender no ha sido más que un camino para convertirme en una mejor comunicadora para emprendimientos que tienen un propósito de impacto. Además me abrió los ojos sobre el rol que tenemos los comunicadores (de todas las índoles) para construir nuevas narrativas e imaginarios que coadyuven al viejo y urgente anhelo de la sostenibilidad.

Inmersión al mundo del Emprendimiento Social

Desde mis primeras experiencias laborales me enfrenté al sector del impacto, trabajando con ONGs y Fundaciones y con programas de soporte a Pymes y emprendedores, que me sumergieron a un mundo de imposibles, de historias de superación, de éxitos nacidos desde las esquinas menos pensadas y de oportunidades de mercado en medio de la nada. Pensé: “Si otros pueden y hacen mucho con muy poco, ¿y por qué yo no podría?” Así que -ingenuamente- decidí lanzarme a emprender porque creía que una empresa debía  generar un círculo virtuoso de progreso e impacto, con conciencia ambiental, dignidad laboral y con la visión de transformar/revolucionar un sector de manera sostenible en cuanto al impacto y lo financiero.

Cuando mis iniciativas fracasaron, incrementó mi sed por buscar a esos emprendedores sociales conmodelos de negocio escalables y las organizaciones de soporte que si los entiendían. Y sí existen, ¿por qué nadie hablaba de ellos?

Desde el 2009 me obsesioné con entender profundamente qué es emprendimiento social y los retos a los que se enfrentaban en América Latina. En ese camino descubrí una serie de vacíos que implica generar mecanismos individuales y colectivos para posicionar el trabajo de estos “bichos” raros, que más allá de sus figuras legales (ong’s, fundaciones, asociaciones civiles o empresas), tienen un modelo de impacto probado al centro de su organización capaces de superar retos sociales y ambientales. Eso significa que los comunicadores tenemos un gran reto y mercado: entender qué es impacto -y que no- para saber cómo comunicarlo.

Desde el 2016 trabajo de cerca con emprendedores sociales de toda América Latina y me ha tocado revisar cientos de formularios de postulación a convocatorias, premios, programas de soporte y más. Y aunque no lo crean, muchas veces las descalificaciones son por factores de comunicación y las grandes inconsistencias entre lo que se dice y se muestra, la falta de difusión, el sobre-diseño y la falta de calidad en la información. Algunas de estas iniciativas descalificadas me las he ido cruzando en el camino y puedo ser testigo de su gran impacto y su pobreza comunicacional.

Qué lindo sería un estudio que nos muestre que la -buena- comunicación es un factor clave del escalamiento de estos emprendimientos (y aquí no hablo solo demarketing). Por eso hice el intento por crear un marco de acción que me ayude a hacer estrategia de comunicación para este tipo de  organizaciones a las que aún se trata de decifrar Desarrollé el concepto de la 4ta Esfera (2019) como un modelo que permite al emprendedor social y las organizaciones que las apoyan, no solo hacer estrategia en las dimensiones de la comunicación intitucional, organizacional y mercadológica (en base a DirCom de Costa, 2012), sino que me atreví a agregar un nuevo pilar de “comunicación para la sostenibilidad” como una nueva transversal comunicacional, como acciones adicionales que van enlazadas a la estrategia global de la organización.

Es en este punto que reconcilié mis profesiones, entendiendo que la comunicación y el impacto son las dos rieles por las que anda el tren. Ya a los comunicadores nos cuesta hacer a entender a otros por qué importa nuestra profesión, pero ¿por qué más que nunca las empresas sociales necesitan de comunicadores que entiendan de sostenibilidad?

Reto 1. La sostenibilidad es una ciencia

Hablar en lenguaje financiero, deestados de resultados, costos y ganancias, es casi un lenguaje universal y vertical. Lo vemos y lo aceptamos. Pero, si un científico nos habla sobre las graves consecuencias del cambio climático en nuestras insostenibles formas de vida, parece que no se nos mueve ni un solo pelo.

A mí se me estremece el cuerpo y por eso los emprendedores sociales necesitan que no nos concentremos solo en sus marcas, sino en el contexto en el que operan, el que afectan y el nuevo que quieren crear. Un emprendedor social no busca ser una estrella en el universo, diseña su propia constelación y eso implica entender todos los aspectos micro y macro de sus ecosistemas.

Las empresas sociales serias, no solo se miden por sus números financieros, sino por las métricas reales de cómo sus operaciones están transformando y/o reconstruyendo su ecosistema. Estos números,  obtenidos en testimonios, múltiples encuestas, declarados en reportes, registrados en fotografía son los mejores recursos que tenemos para tangibilizar cientos de intangibles. Son pruebas de la propia ciencia que crean estas empresas para demostrar que sí hacen un cambio significativo. ¡Qué mejor que un comunicador/diseñador para hacer de lo intangible su espacio creativo!

Reto 2. Transparencia y realidad

Creo que ya mucho se ha hablado de cómo la publicidad nos vende imaginarios que nada tienen que ver con el producto y que deja mucho de qué hablar de la ética de una empresa. Las empresas sociales no pueden caer en vender por vender y menos mentir o sobre-vender su impacto, ese es todo el sentido de crear una verdadera diferenciación de valor y fomentar un mercado e inversiones de impacto.

El propósito de impacto de una empresa social, no solo está en la envoltura y el consumo del mismo producto/servicio, sino en el antes y después. Por eso como comunicadores tenemos que interesarnos por indagar más allá de la misión y visión de la empresa, hay meter las manos en la masa, hornear el pan, venderlo y distribuirlo. La riqueza está en el proceso de generación de impacto, insumo esencial de un comunicador para el sector de impacto.

Reto 3. El poder de las alianzas

Las empresas sociales necesitan de otros para escalar y como comunicadores es importante brindar ese pilar para la generación de alianzas y/o para el continuo fortalecimiento de las mismas.  Las alianzas son las líneas y espacios vacíos que hacen posible el diseño de una constelación, son el sentido que hace posible que un cambio sistémico pueda suceder. Las empresas sociales no solo buscan disrupción, sino que hacen ‘sentido común’ de lo que la ciencia de la sostenibilidad nos evidencia y que tiene una hoja de ruta clara.

La colaboración es lo único que hará posible que alcancemos la sostenibilidad por la obvia interconexión de nuestros ecosistemas y colaborar solo depende de entender algo: nuestra humanidad. Somos seres complejos y quien mejor que un comunicador para facilitar el diálogo, nuestras habilidades le sirven a este sector que requiere generar nuevas interconexiones, relaciones y significados. El implementar acciones solo devendrá de configurar el lenguaje ideal para expresar un norte común entre diferentes.

En estos tres retos he encontrado que existen multiplicidad de talentos en mis colegas comunicadores, diseñadores, cineastas, desarrolladores, entre otros, que hacen un click perfecto con estas necesidades: en este sector no se buscan ni todólogos, ni community managers, se buscan seres humanos responsables que se interesen por profundizar en entender qué es impacto, con hambre de usar sus talentos y conocimiento para hacer del sector del impacto la nueva norma.

Daniela Bolivar Rosales (Bolivia, 1984) – Consultora en comunicación estratégica y especialista en emprendimiento social. Es directora de comunicación y alianzas del programa internacional PES Latam (www.vc4a.com/pes-latam) y la plataforma ES2 Latam (es2latam.vc4a.com) como espacio de articulación y soporte del ecosistema de emprendimiento social latinoamericano. Como consultora senior independiente en diseño y comunicación estratégica, trabaja con diferentes empresas sociales de América Latina y Europa.

Luego de estudiar Diseño Gráfico y Comunicación Visual y emprender en el sector del reciclaje, se ha dedicado los últimos 8 años en especializarse en emprendimiento social latinoamericano, trabajando tanto en investigación y programas educativos, como en comunicación estratégica y proyectos documentales. Desde su firma personal, realiza consultorías de comunicación estratégica para organizaciones de triple impacto. Destacó por su trabajo como Directora de Comunicación de VIVA Idea (2017-18), co-productora para el documental “Arquitecto de la sostenibilidad” (2016-18) y es co-autora del Manual.

Daniela Bolivar

Directora de comunicación y alianzas de PES Latam

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